bidart es el lugar ideal si quieres pasar unas vacaciones de ensueño en el País Vasco. Este pueblo típicamente vasco, al borde del océano Atlántico, tiene todo lo que sueñas para pasar tiempo de calidad en familia. Su animado centro, muy típico, invita a sentarse en la terraza a tomar una limonada o un buen trago. Sus playas de arena, bordeadas de acantilados y de aspecto salvaje, hacen las delicias de familias y surfistas.
Además de su ambiente festivo y acogedor, Bidart tiene una importante ventaja: el pueblo está situado en el cruce de las ciudades más grandes de la Costa Vasca y a media hora de España. En unos veinte minutos podrá descubrir San Juan de Luz, Biarritz, Anglet, Bayona, pero también el pueblo más pequeño de la costa vasca: Guéthary.
En San Juan de Luz es agradable pasear por el puerto y admirar la Maison Joanoenia (“Casa de la Infanta”) donde se alojó la Infanta de España antes de casarse con Luis XIV. Paseando por el centro peatonal de la ciudad también se puede descubrir la Casa Luis XIV, residencia del Rey Sol antes de la boda real en la iglesia de San Juan Bautista. Si eres amante del arte, no dudes en entrar en alguna de las numerosas galerías de la ciudad. Desde la playa observarás una pequeña torre en el lado izquierdo de la bahía: se trata del Fuerte de Socoa, construido bajo Luis XIII para proteger la ciudad de las invasiones españolas. Ojo, que durante tu visita podrías encontrarte cara a cara con un corsario vasco del siglo XVII contratado por el Rey para robar tu botín.
¡Biarritz, por su parte, no es una ciudad real sino una ciudad imperial! Napoleón III y su esposa Eugenia construyeron allí una villa de vacaciones que, tras un devastador incendio, fue reconstruida en el actual Hôtel du Palais. Mirando el Palacio desde el cielo, se puede notar su arquitectura en forma de E, en homenaje a la Emperatriz. La explanada del faro, que ofrece una vista impresionante de las playas de Anglet y Biarritz, es el lugar perfecto para comenzar la visita. Bajando hacia la Grande Plage, pasarás por delante de la Iglesia Ortodoxa Rusa y caminarás junto al Hôtel du Palais para llegar al paseo donde se encuentra el Casino municipal. Frente al océano, este majestuoso edificio alberga salas de recepción, un teatro, la piscina municipal, un restaurante y, por supuesto, ¡un casino! ¡Las noches salvajes jugando al blackjack y a la ruleta son tuyas! Siguiendo su paseo, llegará rápidamente a la iglesia de Santa Eugenia, conocida por su cripta en la que se realizan regularmente exposiciones. Los amantes del marisco podrán bajar al Port des Pêcheurs para degustar platos de marisco. Luego tendrás que dirigirte hacia el Acuario y el Peñón de la Virgen, emblema de la ciudad. Al llegar a la pequeña playa de Port Vieux, popular entre las familias porque está protegida de las olas, puedes optar por hacer una parada para tomar una copa o continuar hasta la Côte des Basques, situada entre las 3 mejores playas más bellas de Francia. Finalmente podrás regresar por el centro de la ciudad donde encontrarás productos regionales, lencería vasca, mucho chocolate, alpargatas, tartas vascas y muchas cosas más.
Los grandes deportistas adorarán Anglet. Para empezar el día, nada mejor que un paseo por el bosque de Chiberta o una partida de golf en uno de los dos campos de la localidad. Desde el faro de Biarritz hasta la desembocadura del río Adour se puede dar un largo paseo o correr, para los más motivados, por el Promenade Littorale. El resultado es un agradable descanso en uno de los muchos bares/restaurantes que bordean la playa de arena, contemplando la puesta de sol sobre los surfistas y disfrutando de las últimas olas del día. En Plage de la Barre encontrarás varias actividades según tus gustos: siesta en la playa para los amantes de tomar el sol, skatepark para los “temerarios”, pista de hielo para artistas y Parque Izadia para los amantes de la naturaleza y la ecología. Los jueves y domingos por la mañana, no olvide el famoso mercado de Quintaou, donde encontrará productores locales.
¿Conoces las fiestas de Bayona? Mundialmente famosas, al igual que las fiestas de Pamplona, se celebran cada año a finales de julio o principios de agosto. Durante 5 días, los festayres visten el tradicional traje blanco acompañado del panuelo (bufanda) y cinta (cinturón) rojos. En el programa, música y bailes tradicionales vascos, juegos para niños, espectáculos y conciertos de todo tipo, alegría y buen humor.